Este tipo de medicina nació en la India, hace más de 5000 años, de la antigua cultura de los Vedas. Los principios de muchos de los métodos terapéuticos conocidos actualmente en occidente, como la homeopatía, tienen sus orígenes en la medicina ayurvédica.
La medicina ayurvédica presta una gran atención a la prevención y el mantenimiento de la salud mediante el equilibrio en la propia vida, el uso de un pensamiento constructivo, una dieta sana y las plantas medicinales. Su objetivo es lograr este equilibrio entre cuerpo, mente y conciencia de acuerdo con la constitución de cada uno.
La combinación única de características físicas, mentales y emocionales de cada persona es lo que conforma su constitución. Muchos factores, tanto externos como internos, pueden alterar este equilibrio, produciendo cambios en la constitución que dan lugar a enfermedad (el equilibro es salud, el desequilibrio enfermedad). Algunos de estos factores son la alimentación, el trauma físico, problemas laborales, problemas de pareja, etc.
En Ayurveda se distinguen tres tipos básicos de energía o principios funcionales: vata, pitta y kapha, que pueden relacionarse con la biología básica del organismo.
Vatta es la energía del movimiento. Gobierna la respiración, el latido cardíaco y todos los movimientos en las células. Cuando está equilibrada, produce creatividad y flexibilidad. Si está en desequilibrio produce miedo y ansiedad. a nivel físico el desequilibrio da lugar enfermedades como enfisema, neumonía, artritis, y síntomas como flatulencia, tics, sequedad de piel y pelo, dolor en las articulaciones, estreñimiento, etc.
Pitta es la energía del metabolismo. Gobierna la digestión, absorción, asimilación, nutrición, metabolismo y temperatura corporal. En equilibrio produce comprensión e inteligencia. En desequilibrio produce rabia, odio y celos. A nivel físico: fiebre, enfermedades inflamatorias, úlceras, conjuntivitis, dolor de garganta, etc.
Kapha es la energía de la lubricación y la estructura corporal (huesos, músculos, tendones) y mantiene unidas las células en un todo. Proporciona el líquido necesario, lubrica articulaciones, piel y mantiene la inmunidad. En equilibrio produce amor, calma y perdón. En desequilibrio da lugicar a dependencia, envidia y avaricia. A nivel físico: gripes, sinusitis, diabetes, dolor de cabeza, retención de líquido, etc. Cuando el organismo está en equilibrio, sus defensas naturales pueden defenderlo de la enfermedad y mantenerse sano sin necesidad de ayuda. Por eso es tan importante volver a lograr el equilibrio.
El médico ayurveda, tras examinar al paciente, sabe en cuáles de estas energías está habiendo un desequilibrio, a qué niveles, etc. Lo cual se puede realizar tomando el pulso ayurvedico y da las indicaciones necesarias para restablecerla. Es decir, el tratamiento consiste en recomendaciones para cambiar el estilo de vida, dieta y uso de plantas medicinales. A veces se utiliza un programa de limpieza llamado panchakarma, para librar al cuerpo de toxinas a cumuladas.
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